miércoles, 24 de junio de 2009

Prohibición del velo y libertad de expresión


¡Oh profeta! Di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran con sus velos hasta los pies: éste es para ellas el mejor medio de darse a conocer y no ser ofendidas” (Corán, 33, 39)

De esta forma tan peculiar, reza el artículo del Corán sobre el uso del velo para las musulmanas. Se me ocurren decenas de comentarios sobre este fragmento del libro que 1.300 millones de personas siguen (muchas de ellas al dedillo) desde hace 1.500 años.

En primer lugar, se dirige a ellos, como los encargados de cubrir la naturaleza femenina, que está ahí precisamente para ser admirada. Es cierto que el machismo ha sido una característica básica en casi todas las civilizaciones desde que el cristianismo comenzó a extenderse por el mundo (y no antes), pero también es cierto que en una sociedad civilizada de hoy en día, una ley con semejante contenido es impensable y completamente reprobable. Por otra parte, demuestra que dicho texto fue escrito por alguien muy acomplejado y con una tremenda inseguridad en sí mismo, ya puede ser Dios, o algún loco que allá por el siglo VI necesitaba alguna forma de financiar sus deudas. ¿Qué motivo sino el miedo de no ser lo suficientemente bueno para mantener lo que tienes, puede impulsarte a encerrar a las mujeres bajo un manto toda su vida? Pero lo que más llama mi atención, es que este texto, es una ley sagrada para varios cientos de millones de personas. ¿Qué quiere decir eso? Quiere decir que está por encima de cualquier otra ley, sin excepción alguna.

Aunque nos negamos a admitirlo, en Europa nos estamos dando cuenta de las terribles consecuencias y atrasos que han traído las religiones al mundo. Somos un pueblo viejo, que ha vivido mucho más que muchos, y por eso sabemos que el menos malo de los regímenes es la democracia, con su estado de derecho y sus libertades fundamentales. Una de esas libertades, es la de expresión. Si vives, o vienes a vivir a Europa, puedes decir y vestir como te dé la gana y de la misma forma tienes que tolerar que la gente diga y vista lo que y como quiera. Para nosotros no hay leyes superiores a las que hemos elegido democráticamente, y ningún Dios está por encima de los ciudadanos, y eso es así, porque así lo hemos elegido.

Noticia relacionada: http://www.elpais.com.uy/090623/pinter-425207/internacional/sarkozy-dispuesto-a-prohibir-el-velo-islamico-en-francia

El hecho de que un presidente de Francia (cuna de las libertades y del derecho a elegir quien te gobierna) pretenda prohibir el derecho de la gente a ponerse un velo es cuanto menos preocupante. Tal atentado contra las libertades individuales es más propio de países teocráticos que de democracias europeas. Sarkozy cree que prohibirlo es lo más adecuado porque representa la opresión y la esclavitud, pero Sarkozy no se ha dado cuenta que prohibir algo por lo que representa es otra forma de opresión, que en ningún momento debería ser tolerada.

Lo que los líderes europeos tienen que hacer no es luchar contra la imposición del velo, sino luchar contra toda ley que pretenda sobreponerse al estado de derecho y cambiar nuestra forma de vida, ya sea mediante las exigencias del terrorismo, el narcotráfico, o la ley que cualquier Dios pretenda hacer superior a la que nosotros mismos hemos elegido.

Si el presidente francés me permitiese una sugerencia le diría que persiguiese a los imanes que dentro de sus propias fronteras empujan a los fieles a actuar de esa forma y los encerrase o expulsase del país con una contundente patada en el culo. Le diría que estudiase con mucho cuidado cualquier construcción religiosa (ya sea iglesia, mezquita o sinagoga), y le diría, que en vez de decirle a la gente como se tiene que vestir, intente convencer por las buenas o por las malas de que los “ismos” no son lo que queremos en Europa, y al que no le guste, encantado lo acompañará hasta la frontera para que no vuelva nunca más.

lunes, 15 de junio de 2009

Gonzalo Fernandez de Córdoba. El Gran Capitán


En el sistema educativo español, la visión global de España como una nación con más de 600 años de historia se ve muy pormenorizadamente. Todos sabemos quiénes son Sabino Arana, Blas Infante o Santiago Carrillo, pero poco se sabe de otros personajes históricos que en cualquier otra nación del mundo serian héroes nacionales, estudiados desde primero de primaria. Me gustaría hacer periódicamente un pequeño homenaje a algunos de ellos contando su historia, y las causas que les llevaron a ser grandes héroes, conocidos solo fuera de nuestras fronteras. Quizá algún día, dejen de ser olvidados conscientemente por los que nos gobiernan para ocupar el lugar que les corresponde en la historia.

El Gran Capitán, fue uno de los padres fundadores de España como nación. Su nombre era Gonzalo Fernández de Córdoba, nació en Montilla en 1453 y lucho en la guerra de Granada, con la que la Península Ibérica fue finalmente reconquistada.

A finales del siglo XV, el rey de Francia había firmado un tratado de no agresión con Inglaterra y otro con España, viéndose así, lo suficientemente sobrado como para conseguir territorios en Italia. Sin mucho problema, el ejército Francés llegó hasta Roma, y obligó al Papa a rendir la ciudad. Fue entonces cuando el encontronazo con España fue inevitable, ya que el pacto de no agresión, incluía el no atacar los territorios papales. Un diplomático de España intentó hablar con el rey francés para parlamentar sobre el asunto, y este le dijo que primero tomaría Nápoles (territorio vasallo de la corona de Aragón) y después parlamentaría.

Debido a sus éxitos militares en la Guerra de Granada, Gonzalo Fernandez de Córdoba fue puesto al mando de la expedición española que partiría hacia Italia en 1498. Aun en inferioridad numérica, el Gran Capitán apostó por la infantería por su versatilidad en cualquier terreno mientras los franceses contaban con la mejor artillería y caballería pesada de toda Europa. Los 10.000 franceses que ocupaban Nápoles no fueron un obstáculo para la alianza entre los estados italianos y España. En tres años de campaña, dirigidos por Córdoba, los franceses se vieron en retirada. Fue entonces cuando se le puso el apelativo de el Gran Capitán.

Fernando II de Aragón y Luis XII de Francia firman en 1500 un tratado para repartirse Nápoles. Nuevamente Gonzalo de Córdoba es puesto al mando con un ejército de 8.000 hombres y una armada vizcaína que resultó imprescindible. Los franceses ocuparon su parte con 20.000 hombres sin apenas resistencia. En 1502, tras muchos meses de hostilidades entre las tropas francesas y las españolas, el acuerdo de repartición se rompió. Nuevamente en una importante inferioridad numérica, El Gran Capitán atrae a los franceses a las plazas fuertes venciéndolos una vez tras otra. En 1503, derrota definitivamente al ejército francés en la batalla de Ceriñola, ocupando todo Nápoles. Fue nombrado Virrey de Nápoles, y desde entonces y hasta 1713 se convirtió en una parte del Reino de España, dejando hasta aun hoy una profunda influencia de la cultura española que puede verse reflejada en los nombres de sus calles y barrios más antiguos.

Muerta Isabel la Católica, Fernando se queda solo en el trono, e influenciado por sus consejeros cesa a Fernando de su posición como Virrey por un infundado temor a que hiciese el reino independiente. Una famosa historia, dice que el rey Fernando le pidió cuentas de en que había gastado el dinero de su reino, a lo que El Gran Capitán le respondió:

“Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados; por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados; por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados; por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados; y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados.”

De aquí la famosa expresión de las “cuentas del Gran Capitán” que ha quedado como frase hecha cuando se pide una explicación a la que no se tiene derecho.

El Gran Capitán revolucionó la técnica militar organizando los ejércitos en coronelías, predecesoras de los futuros tercios que atemorizarían a todo el mundo durante los siguientes 250 años. Los franceses que lucharon contra él en las guerras italianas, dijeron que los españoles no luchaban como hombres, sino como diablos. Sus hombres le fueron tan fieles como él a su rey y al país al que sirvió, y que con los años lo ha abandonado en el olvido.
Murió retirado en Loja en el año de 1515.

Monumento a Isabel la Catolica en Madrid, o también llamado La apoteosis de Isabel la Católica marchando a la realización de nuestra unidad nacional (1883) El Gran Capitán a la izquierda de la reina

Animo a cualquier interesado en leer más, ya que esto es un brevísimo resumen, y en especial a los cordobeses, porque Gonzalo Fernández de Córdoba, siempre ha sido algo más que una avenida.

domingo, 14 de junio de 2009

Todo el mundo tiene un precio

Anoche, tras jugar un partido de futbol con unos amigos, nos sentamos a descansar charlando sobre varios temas. Uno de ellos fue una noticia (por suerte) completamente desconocida para mí, pero que parece haber revolucionado el mundo del futbol en los últimos días. Me instaron a informarme del tema y bromearon con la posibilidad de que escribiera una entrada de blog sobre ello. La pregunta que mis amigos y yo nos haciamos anoche era la siguiente: ¿Es eticamente correcto que una persona pueda cobrar 9 millones de euros al año por jugar al futbol?

http://www.expansion.com/2009/06/11/empresas/1244712041.html

Todo el mundo tiene un precio, eso está claro. Quien diga que los seres humanos no tienen precio es un infeliz romántico que no tiene ni idea de cómo funciona el mundo, y a los hechos me remito. Puedes comprar la vida de una persona, su trabajo, a su familia, su obra, puedes comprar cualquier vida humana en los términos que te parezca siempre y cuando pagues por ello. Pero esta evidencia no es el tema.

Lo que me preocupa, es que hayamos llegado a un extremo en el que la imagen de una persona pueda valer noventa y cuatro millones de euros, que además, cobrara otros nueve millones anuales además de los impuestos. En un contexto en el que cuatro millones de parados viven en España, que una persona pueda cobrar semejante cantidad de dinero, y que encima se aplauda semejante mercadería entre los seguidores de los clubs (muchos de ellos entre esos cuatro millones), me hace perder aun más la esperanza en la humanidad.

Diez mil familias podrían vivir con ese dinero en un país como España durante un mes.

Pero lejos de criticar que una persona cobre lo que vale (eso es indiscutible, porque si no valiese eso, simplemente no se le pagaría), pretendo ejemplificar el desconocimiento absoluto de la sociedad de el modelo económico en el que vivimos. Si bien el universo se rige por la ley de la gravedad, los seres humanos nos movemos por la de la oferta y la demanda. Evidentemente, las carencias morales de dicho sueldo son indiscutibles (aun mas en el contexto actual), pero si ocurre es porque todos y cada uno de nosotros hemos influido en ello de una u otra forma.

El mundo se rige por leyes que no tienen excepciones (como la gravedad) La de la oferta y demanda tampoco las tiene. Para mí es fácil llegar a una conclusión: Si una persona cobra 9 millones de euros es porque lo vale. El día que aceptemos que eso es así, también aceptaremos que otros sucesos económicos como la crisis también son consecuencia de algo, y si están ahí es porque lo merecemos. Son éticamente cuestionables los sueldos astronómicos de los jugadores de futbol, pero es el modelo que hemos elegido. Si alguien, alguna vez quiere cambiar eso, tiene que empezar por cambiar el sistema.

domingo, 7 de junio de 2009

El Rebelde Desconocido


Hace 20 años, el pueblo chino aprovechó la muerte del Secretario General del Partido Comunista Chino (único partido) para salir a la calle y pedir reformas democráticas. El lugar elegido fue la plaza de Tian´anmen, Pekín. Esta plaza es la más grande del mundo y fue construida por dicho partido como herramienta para demostrar su fuerza política con desfiles militares y discursos multitudinarios. Los estudiantes e intelectuales que allí se reunieron pacíficamente pretendían protestar contra la corrupción del comunismo, la censura de la prensa, y revisar los principios del partido a favor de los derechos humanos.
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Desde el 15 de Abril de 1989 hasta el 3 de Junio del mismo año, un ambiente de fiesta inundo la gran plaza. Los estudiantes de arte construyeron una estatua de la libertad en pequeña escala, muchos otros decidieron hacer huelgas de hambre para ser escuchados, se hicieron conciertos, y se cantó sin parar durante casi dos meses. Hasta un millón de personas, mayoritariamente estudiantes jóvenes, llegaron a concentrarse en la plaza de Tian´anmen y las calles aledañas.

El Partido Comunista Chino observaba con prudencia lo que allí ocurría censurando las imágenes de alegría que, por el contrario, se retransmitieron por el resto del mundo. La primera vez que se llamó al ejército para que desalojase la plaza fue un desastre. Los soldados se vieron literalmente bloqueados por la cantidad de gente que les lanzaba rosas y los contagiaba con la imagen de la democracia. No se vieron en la televisión china los cientos de soldados que abandonaron en su intento entre lágrimas por no poder quitarse el uniforme y unirse a sus compatriotas.

Finalmente, el 3 de Junio, un grupo de ancianos del Partido consideraron las protestas como una herramienta de los partidarios del “liberalismo burgués” y decidieron que la mejor forma de acabar con ellos era a base de Kalashnikov. Los vehículos blindados y los soldados no tardaron en llegar a la plaza. Aquella noche se sucedieron los disparos, intentando disolver las protestas.

Murieron 3.000 jóvenes que, pacíficamente pedían libertad, y 10.000 resultaron heridos. El resto del mundo observaba en silencio, y sigue sin pronunciar palabra.

Actualmente, el mismo gobierno sigue liderando a un pueblo asustado, que vive en constante represión. Se han visto obligados a abrazar el capitalismo, y los presidentes de los países democráticos se pelean entre ellos por hacerse una foto con Hu Jintao, actual líder, ya que el gran país asiático es un importante socio comercial. Es preferible tener a esos 1600 millones de personas controlados para que sigan ofreciéndonos más y mas consumo, a ver si, con un poco de suerte, reventamos todos junto con el planeta pronto.


"Zapatero haciendo amigos"

Nuestros líderes, que se hacen llamar a sí mismos “rojos y feministas” junto con una serie de chorradas similares, se consideran igualmente “amigos” de este partido, mientras desentierran muertos de la Guerra Civil porque dicen que “hay que honrar la memoria histórica”. Hay que joderse.

El Rebelde Desconocido fue un hombre cuya identidad permanece oculta, por miedo a las represiones, que el 5 de Junio de 1989 se puso frente a una columna de tanques en la plaza, apenas unas horas después de la matanza de Tian´anmen. Gente con dos pelotas como el son los que debieran dirigir el mundo.

Esta entrada, es un pequeño homenaje a su memoria y a la de todos los chinos que durante aquel mes pidieron pacíficamente la libertad de poder elegir a quien los representa, ese derecho básico, que nosotros malgastamos legislatura tras legislatura.




lunes, 1 de junio de 2009

Anti-taurinos. Cada uno es egoista a su manera.

No soy aficionado a los toros. Posiblemente porque no entiendo del tema o porque no se me ha inculcado esa tradición no soy capaz de apreciar los cientos de detalles que forman parte de las corridas. Pero tras este curso que he pasado en Hungría, he vuelto con ganas de saborear la cultura española. Las corridas de toros no han sido una excepción, y me he visto gratamente sorprendido por la belleza que, desde muchas perspectivas se puede apreciar en la fiesta nacional.

El simple hecho de que pueda existir un paraje natural, hábitat del toro bravo, alejado de la presión urbanística y de la agricultura intensiva, en el que dejando las cosas tal cual la naturaleza las puso se pueda sacar un beneficio económico tan grande, me parece motivo más que suficiente para conservar esta tradición. Pero hay mucho mas, muchísimo. Además de la cultura que acompaña a nuestra identidad nacional desde hace tantos siglos, son cientos de miles de personas las que viven de las corridas de toros ya sea directa o indirectamente, y cientos de miles que disfrutan viéndolas. En un país como España que vive exclusivamente del turismo y de la construcción (aunque esperemos que después de la somanta de palos que nos están dando esto cambie a partir de ahora), un símbolo tan fuerte como las corridas de toros debe no solo seguir ahí, sino ser defendido por las autoridades, de la misma forma que es defendido por los ciudadanos.
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Pero qué pasa con la sensibilidad. Argumentos como que el toro sufre, y que es un espectáculo de sádicos sedientos de sangre son los argumentos que utilizan los anti-taurinos para criticar esta maravilla de la que espero aprender los años que me queden. Esta gente apela a la “humanidad” para borrar las corridas de toros de la tierra, y con ellas, el toro bravo, su hábitat, nuestra herencia cultural; y para traernos a cambio un mundo de sensibilidad con varios cientos de miles de parados más. El caso, es que es precisamente en la “humanidad” en el argumento que mas me apoyo al defender la lidia.
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Para analizar cómo la gente que quiere abolir nuestra cultura, anteponiendo sus sentimientos a todo lo que acabo de exponer, intentaré explicar mi punto de vista desde la empatía. Siendo una pieza de ganado con capacidad de elegir mi futuro, me dan dos opciones:

1. Ser criado y engordado en una nave industrial, viviendo durante dos o tres años en una caja metálica no mucho más grande que yo, esperando a que mi carne esté lo suficientemente tierna para recibir una descarga eléctrica que acabe con mi vida (eso si el matadero es lo suficientemente moderno, y ha abandonado la práctica del degüello)


2. Vivir libremente en la naturaleza, sin ningún tipo de restricción y con todas las comodidades que ofrece el aire libre, y en mi madurez (tres o cuatro años después de haber nacido) morir defendiendo mi vida.


Quizá lo que nos pase a muchos seres humanos es que tenemos demasiado tiempo libre, y pretendemos hacer de nuestras debilidades individuales, el problema de nuestra especie. El lema de la Liga anti-taurina es “Ponte en su lugar” Yo, ya lo he hecho.

PD: Mención aparte las demás fiestas patronales en las que se acaba con estos animales de diversas formas mientras gente de dudoso eruditísimo los persigue con palos o piedras.